miércoles, 29 de junio de 2016

LA ILUSION DE ESTAR CONTIGO, deliciosa película francesa

Desde este jueves la cartelera albergará una de esas joyitas de orfebrería francesa que fueron frecuentes en otros tiempos pero que ya se ven muy de cuando en cuando. La ilusión de estar contigo tiene como título original Gemma Bovery, que lo es también de una novela y que dirigió Anne Fontaine. Transcurre en esos paisajes intransferibles del campo francés que tan bien ambientaron a la pintura primero y al cine después (imposible no recordar Un dimanche a la campagne de Bertrand Tavernier). Allí vive un panadero artesanal que fugó del fragor de París con su esposa y un hijo adolescente, es un hombre silencioso y sensible, muy imaginativo, devoto de Flaubert y su inseparable Madame Bovary.  A la casa de enfrente se muda una pareja, ella responde al nombre de Gemma Bovery, por una letra no resulta homónima de la heroína célebre. Y además, dueña de una sensualidad honda, sugerida y fatal que también aparecen en la pantalla de cuando en cuando. El cae fascinado -como varios otros- pero además quiere protegerla de lo que su fantasía ardiente supone un destino idéntico al del personaje: el suicidio. Esta obsesión y los celos inevitables, lo llevan a espiar con angustia la conducta sexual de su vecina que es sin duda un poco promiscua. Sus temores no se ven confirmados con exactitud pero no han sido tampoco ajenos al vaticinio trágico.
   La ilusión de estar contigo es un film sostenido en el tejido fino de la muy buena historia que sustenta el relato, en el dibujo de un idioma cinematográfico muy cuidado, en la atmósfera exacta del melodrama siglo XIX,  en la bella fotografía y en una presencia femenina -Gemma Artenton- de un erotismo perturbador. Es notable asimismo el trabajo interior del actor Frabice Luchini, el panadero para quien realidad y literatura están condenadas a confundirse. Una película deliciosa.

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