domingo, 7 de agosto de 2016

LA MUSICA, una bijouterie de tenue caudal emotivo

Continúa en cartel una pequeña pieza de cámara con sólo dos actores donde siguiendo la caligrafía de Marguerite Duras -gran escritora que brilló mucho más en el cine que en el teatro- el encuentro de una pareja en un hotel de las afueras de París levanta apenas el telón sobre un amor de ayer pero que sigue doliendo.  Anne Marie y Michel han conocido los tiempos del ardor, la entrega, la ansiedad y el miedo. Pero como en el título de la hermosa obra de Coward, es lo que habiendo sido, se muestra como lo que no fue. Sin embargo, con ese empecinamiento de quien desea reparar una porcelana hecha añicos, están juntando los pedazos. Nada más. Sólo 50 minutos de un contacto fugaz, la realidad incómoda del teléfono que trae el hoy y ahora de relaciones nuevas, la brasa que pese a todo palpita aún en esos dos amantes. Antigua -se estrenó en el 64- La música todavía funciona. Y en buena medida porque la puesta de Graciela Pereyra y las actuaciones de Débora Longobardi y Ulises Puiggrós se afianzan en un vínculo que trasmite vibración. En una cartelera tan sobrecargada que tiene de todo, es una pausa, un remanso.  (En La Comedia, viernes a las 21).
                                                                                                                           Rómulo Berruti

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